Para dar a conocer "Hoy" cómo surgió ARTESANÍAS MANÁ, debo retroceder a mi niñez, a la casa paterna, a la vida familiar y, sobre todo, a mis Padres, instrumentos de Dios para darme la vida.
Ellos, Elsa Cattaneo y Enrique Gazzoni, habían nacido y vivido en el campo hasta su juventud, con historias de vida familiar de mucho sacrificio, trabajo, constancia, unidad y amor.
En ambos hogares el Arte se manifestaba en el diario vivir. Como inmigrantes y descendientes de inmigrantes, con valentía, acompañada de una visión superadora, en aquella época enfrentaron los cambios que les tocó vivir.
Preparaban la tierra para luego sembrar y esperar, a veces habían sequías, otras, lluvias abundantes, para ver más tarde sus frutos como posible cosecha.
Elaboraban fardos de alfalfa para conservar alimentos futuros para los animales. Cuidaban y atendían a esos animales de corral para el consumo familiar, para trabajar y para viajar en sulky o a caballo como medio de movilidad hacia la casa de los vecinos, el pueblo o a otros lugares.
Con las vacas y los chanchos organizaban carneadas en el invierno, contando con la ayuda de toda la familia, vecinos y familiares.
Con ellos elaboraban chorizos, morcillas, salamines, jamón crudo, pata de cerdo, bondiola...
Le daban utilidad a todas las partes del animal, incluyendo también los huesos. Derretían la grasa del chancho y de la vaca, para usarla en frituras, elaborar pan, otras recetas de repostería, jabón en pan para el cuerpo y para lavar la ropa, crema para manos y con los residuos de la grasa, el chicharrón para agregarle al pan como opción.
Conservaban los embutidos al fresco de una habitación ya que no contaban con heladera, disponiendo así de alimentos a largo plazo para toda la familia después de convidar y compartir a las personas que habían colaborado en esta actividad. Siempre contaban con la ayuda solidaria, como así también ellos mismos estaban atentos a colaborar. Era una verdadera fiesta el trabajo compartido.
Ordeñaban las vacas para consumir la leche, venderla, hacer manteca, queso, ricota, crema dulce (llamada hoy chantilly), dulce de leche, postres.
Criaban animales de granja para el consumo familiar. Recolectaban los huevos para el uso en comidas y pastelería.
Cazaban animales: liebres, vizcachas, perdices, palomas montaraces, torcasas, martinetas... para el consumo, elaborando, entre otros menúes, escabeches con el agregado de algunas verduras para consumir en días futuros.
Plantaban arboles frutales, sembraban sandía y melones para el consumo familiar elaborando con sus frutos postres, frutas en almibar, y también dulces y mermeladas para conservarlas por largo tiempo.
Cultivaban las verduras de su propia huerta.
Hachaban leña, juntaban ramas secas para el fuego en la cocina a leña, fogata u horno de barro para cocinar.
Hacían lavandina casera natural para blanquear la ropa y los pañales con la ceniza que les dejaba el fuego.
El vinagre de vino era elaborado en la casa.
Las mujeres que vivían en estos hogares confeccionaban prendas, bordaban, remendaban, zurcían, teñían prendas, tejían...
Vivieron años de mucha pobreza en la que pusieron de manifiesto su deseo de superación y la inteligencia para que no les falte lo necesario para vivir, buscando la protección de su familia.
La vida en el campo les permitía desarrollar el arte en sus más variadas expresiones, llegando a ser valiosos artesanos.
Con estas experiencias de vida tan similares, se conocen, se enamoran y se casan mis Padres formando su propio hogar, proyectando una Familia. En la cual, he tenido la dicha de vivir.
La historia de vida de mi Madre y de mi Padre desarrolló en ellos un potencial de conocimientos y un estilo de vida y de economía derivado de sus antepasados italianos, donde la creatividad se ponía de manifiesto dándole utilidad a todo lo que había en la casa o llegaba a ella.
Compraron un pequeño campo en el que se dedicó mi Padre a la elaboración de ladrillos de barro, cortados manualmente y a su posterior cocción en horno a leña. Luego los transportaba a Monte Cristo, pueblos vecinos y a la ciudad de Córdoba.
En sus tiempos libres practicaba la cacería, trayendo a la casa sus piezas, con los que mi Madre elaboraba riquísimas comidas y envasaba escabeches.
Ella fué una maravillosa Ama de Casa.
Crecí en ese hogar junto a tres hermanas, donde no supe lo que era aburrirme.
Fueron transmitiéndonos toda su sabiduría. Aprendí muchísimo de ellos, con entusiasmo realizaba trabajos con mis manos, no por obligación, sino por gusto propio, era un verdadero placer.
Me interesé desde niña en aprender a cocinar, tenía a mi lado una gran maestra, mi Madre. Crecí con aromas de cocina por todos los rincones de la casa. En la despensa de la casa mi Madre almacenaba para largos años un amplio surtido de dulces, mermeladas, frutas en almibar, escabeches de carne y de verduras para el uso familiar y compartir.
En la escuela trabajaba con materiales con mucho agrado, permitiéndome esto el desarrollo de la creatividad.
Con el pasar de los años se acrecentó en mí ampliamente el placer en la creación de trabajos manipulando diversos materiales y en el arte de la cocina.
Me preparÄ— académicamente llegando a la docencia, enseñando a niños y a adultos a trabajar con ellos.
Mi Abuela Materna, María Elli y más tarde mi suegra, Venancia Saba, influeyeron favorablemente en el desarrollo de este arte.
Doy Gracias a Dios por entrelazar mi vida con todos ellos y todas las personas que contribuyeron en el desarrollo de mi vocación.
Hoy disfruto del fascinante mundo de la cocina, de reciclar objetos en desuso dándole vida, de aplicar técnicas variadas creando mi propio estilo y a la vez respondiendo a gustos personalizados de color, técnica, detalles...
Porque me siento viva, me siento también fecunda en el servicio, en el arte y en el trabajo.
Dispuesta a compartir mi vida, mis talentos, ofrezco mi obra en tus manos, para que reanude su ciclo, con el deseo que cumpla la misión con la que fue creada, para que te brinde momentos de alegría y satisfacción.
Será un motivo más para sentirme realizada y una ocasión para estar junto a ti.
Mabel Lucía Gazzoni
*Las CONSERVAS ARTESANALES que elaboro han sido creadas para contribuir a una alimentación saludable. No contienen saborizantes, colorantes ni conservantes artificiales.
*Otras ARTESANÍAS VARIADAS que ofrezco, están elaboradas con material reciclado. Colaborando de esta manera con el cuidado del medio ambiente.
*OTRAS son elementos para complementar la mesa donde se disfrutará del consumo de las Conservas, decorando el ambiente del comedor, cocina o living de la casa.
*ROSARIOS Y DENARIOS
artesanales personalizados elaborados por mi esposo. Engarzados manualmente con alambre de alpaca. Con selección de gran variedad de cuentas, centros, cruces y cadenas.